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PLAGAS Y ENFERMEDADES

 

Cuando una planta muestre síntomas de debilidad o enfermedad, lo primero será comprobar que no hay errores en cuanto a los factores de cultivo, que es siempre la causa más probable.

Las plantas carnívoras no son especialmente propensas a sufrir ataques de parásitos ni a las enfermedades.

 

Algunos de los problemas más comunes son: 

 

Pulgones:
Son pequeños insectos verdes que pueden aparecer sobre cualquier planta en primavera o verano y que se alimentan chupando la savia de las plantas, que reaccionan con hojas malformadas, manchas y debilidad general. Los insectos suelen estar en el envés de las hojas o en los tallos florales y se pueden eliminar con insecticidas sistémicos convencionales (sin abono ni aditivos y con una dosis mínima o incluso por debajo del valor mínimo indicado), que protegen la savia de las plantas y matan a los insectos cuando éstos la ingieren. Si la infestación no es muy grave, los pulgones se pueden eliminar 
manualmente

y también es posible ahogarlos sumergiendo las plantas por unas horas (no

recomendado para plantas que no soportan bien un sustrato mojado o plantas

débiles). Sin embargo, esto no elimina los huevos de los pulgones, por lo que

habrá que repetir el proceso cada cierto tiempo. También hay insecticidas

específicos contra cochinillas y otros parásitos. 

Es importante señalar que las hormigas son aliados de los pulgones, mientras 

que las mariquitas, coccinellidae, son los depredadores naturales de los pulgones.

 

Hongos:
Les gustan especialmente los ambientes húmedos, frescos y con más bien poca luz. Sin embargo, un exceso de humedad ambiental puede bastar para hacer surgir hongos del género Botrytis, que pueden dañar seriamente a las plantas en sólo unos días. Por eso habrá que actuar muy deprisa eliminando las 

partes afectadas, aplicando un antifúngico y, por supuesto, corrigiendo los posibles

errores de cultivo. Además, en un substrato húmedo y gastado pueden aparecer

hongos o moho que afectan a las raíces y por tanto son más difíciles de detectar. Una

buena ventilación y una humedad no excesiva tanto en el aire como en el sustrato son

dos claves para prevenir la aparición de hongos. 

 

Pequeños animales:
Ratones, caracoles, babosas u orugas no dudarán en mordisquear nuestras plantas o hibernáculos, especialmente las partes más tiernas. Los caracoles se descubren fácilmente por sus rastros de baba y se pueden eliminar manualmente por la noche.

 

ALGUNOS SÍNTOMAS FALSOS DE DEBILIDAD

Hay algunos fenómenos que pueden causar preocupación en el aficionado, pero que forman parte del ciclo natural de las plantas y NO constituyen un problema. 

Hojas secas/negras:
Una hoja no dura eternamente. Cuando ha llegado el fin de su ciclo, empieza a marchitarse y a secarse, empezando por el final de la hoja/trampa, poniéndose progresivamente negra. Esto es completamente normal, siempre que no afecte a todas o casi todas las hojas de la planta a la vez y siempre que mientras unas hojas se marchitan están brotando otras nuevas. Cuando una hoja se ha secado, se la puede cortar con unas tijeras por cuestión de estética o para evitar la aparición de hongos. 

 

Hibernación:

Muchas plantas necesitan un periodo de descanso en invierno o en verano. Cuando se aproxima este periodo, la planta puede marchitarse progresivamente al mismo tiempo que deja de crecer, o reduce considerablemente su tamaño formando las estructuras características de cada especie durante la hibernación. Cuando esto ocurra, no hay que preocuparse. Simplemente habrá que ofrecer a la planta todas las condiciones necesarias para que pueda descansar y cuidar de que los bulbos, rizomas o hibernáculos se mantengan con vida y no se pudran o se sequen. 

 

Crecimiento es lento o se detiene:
Normalmente las plantas producen hojas durante todo su ciclo vegetativo, pero suelen tener fases de crecimiento más rápido y otras en las que el crecimiento es más lento o se llega a detener. Esto sucede sobre todo en especies de clima templado/nórdico y no tanto en las tropicales. Mientras el estado general de la planta siga siendo bueno, no hay por qué preocuparse. 

 

Bichitos blancos en el sustrato:
En sustratos constantemente muy húmedos pueden aparecer unos bichitos saltarines sin alas de unos pocos milímetros de tamaño. Estos animalillos, denominados Collembola, se alimentan de tejidos muertos, algas u hongos y pueden ser muy útiles. Sin embargo, si una maceta está totalmente

plagada de una gran cantidad de Collembola, éstos pueden empezar a alimentarse

de raíces pequeñas. En este caso, se puede inundar la maceta por unas horas para

que los bichitos salgan a la superficie, y retirarlos junto al agua. Después de esto no

habrá que volver a regar hasta que el sustrato esté seco. Tanto los animales como

sus huevos son resistentes a la sequía.

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